La comida chatarra y las loncheras escolares
Las loncheras son parte esencial en la nutrición del escolar
Por Carlos Castillo Peralta.
Cantidades enormes de azúcares y harinas refinadas, así como de grasas saturadas, grasas trans y sal, están generando ya un problema de salud pública porque se está incrementando los casos de sobrepeso y obesidad tanto en adultos como en niños.
Es importante señalar que el consumo de comida chatarra aporta pocos nutrientes y por el contrario muchas calorías, grasas totales y sodio, y su consumo en exceso está relacionado con enfermedades crónicas no transmisibles como las de tipo coronario, hipertensión, diabetes, algunos tipos de cáncer, etc., enfermedades que en el pasado se presentaban en personas de 60 o 70 años de edad, pero que ahora se presentan en la juventud e incluso en la niñez.
En el caso de los niños en edad escolar hay que tener cuidado especial a la hora de prepararles la lonchera, está debe incluir alimentos saludables con importantes porciones de frutas y/o vegetales. Muchas veces por la premura del tiempo en la mañana se llenan las loncheras de los niños con galletas, golosinas y jugos empacados o gaseosas.
La lonchera nunca va a reemplazar un desayuno o almuerzo, por lo tanto tiene que ser una porción pequeña. Los alimentos infaltables en la lonchera diaria deben ser los energéticos que aportan calorías para jugar y estudiar (pan, galletas y cereales integrales), los formadores ricos en proteínas para el crecimiento y desarrollo (lácteos, huevos y carnes) y los protectores que contienen vitaminas y minerales que regulan y protegen nuestro organismo (frutas y verduras).
Una lonchera nutritiva debe ser suficiente, equilibrada, moderada y balanceada. Por ejemplo debe contener una buena cantidad de energía como pan, galletas, queques caseros, de preferencia integrales, y mejor si se combina con algún alimento de origen animal como relleno (sangrecita), hígado frito, atún, pollo deshilachado o carne, tortillas de huevo con espinaca, huevo frito, queso, etc. También debe contener alimentos lácteos como leche o yogur. Es fundamental además incluir agua (agua pura, agua de cebada, agua de manzanilla, jugo de frutas, de preferencia bajos en azúcar). También debe considerar incluir frutas como manzanas, peras, mandarina, naranjas peladas, piña, papaya, mango o plátano, agregarle gotas de limón a las frutas peladas para evitar que se oxiden.
Siempre hay que tener en cuenta lavarse las manos con abundante agua y jabón antes de preparar los alimentos, y utilizar recipientes limpios, herméticos y fáciles de abrir. Por otro lado es recomendable explicar a los niños por qué deben o no comer un alimento y planificar junto con ellos los alimentos a incluir en su lonchera.